Las revistas digitales: estándares, pautas y procedimientos para su gestión

Las revistas electrónicas se han convertido en una de las colecciones más importantes de las nuevas bibliotecas. La mayor parte del presupuesto económico de una biblioteca se dedica a comprar recursos electrónicos, y de ellos la mayor parte son revistas. Por ello, hay que tener muy en cuenta los procesos de selección, adquisición, catalogación, preparación, integración en la colección, conservación y preservación.

 En primer lugar, diremos que una revista electrónica es “un documento bibliográfico que cumple los criterios de “serie” establecidos por las AACR2 y que está en formato electrónico”.

De ahí, tenemos en cuenta que lo más importante de una revista electrónica, es que sea interesante y que encaje con la colección vigente. También que no sea excesiva en el precio y que se vaya a amortizar. Estos servicios además deben estar muy visibles para los usuarios y que puedan acceder a ellos fácilmente.

Pero aquí viene un problema en los recursos electrónicos. ¿Quiénes son usuarios? ¿Quién pueden entrar en esa información? Una vez que el documento se ha cargado, éste puede circular de manera libre por la web. Para ello, debemos de servirnos de herramientas que eviten estos malos actos. 

Por ello, muchas veces los documentos sólo se pueden ver en línea, o si se realiza un préstamo, el documento será inamovible de dónde se guarde por primera vez, con protección anticopia y antiimpresión. También, en cuanto se acabe el préstamo, el documento se borrará.
 

  Una opinión

Las revistas digitales son un gran avance, pero hay que tener cuidado con lo que elegimos. Las editoriales a veces nos venden revistas electrónicas en pilas con ofertas, pero ponen una buena y tres malas, con lo cuál no merece la pena. Por ello, la selección de revitas es muy importante.

Practica, practica.

¿Cuáles son las revistas más demandadas?